Después de tan solo cuatro días de noviazgo, el soldado Trevor LeBlanc (Drew Fuller) se casa con Roxy (Sally Pressman), una animada mujer con dos hijos con la cual se traslada a vivir a su casa en la base militar de Fort Marshall en Charleston, Carolina del Sur. Allí Roxy se encuentra metida en un mundo completamente diferente a la vida a la que estaba acostumbrada, sobre todo con respecto a la forma de comportarse de las mujeres de militares, para las cuales existe un código de comportamiento no escrito muy rígido.
Roxy se hace amiga de Pamela Moran (Brigid Brannagh), una mujer embarazada que acepta en secreto ser madre de alquiler para pagar las deudas familiares, y juntas, en un momento de necesidad, se hacen amigas de Claudia Joy Holden (Kim Delaney), mujer del general Michael Holden (Brian McNamara) al mando de la base, Denise Sherwood (Catherine Bell), amiga de Claudia Joy y mujer del mayor Frank Sherwood (Terry Serpico), y Roland Burton (Sterling Brown), psiquiatra, marido de la teniente coronel Joan Burton (Wendy Davis) y único hombre del grupo. Las pruebas y la ayuda mutua a las que se enfrenta este grupo refuerza su relación entrelazando sus historias personales y las de sus familias dentro de la base militar.
Empecé a ver esta serie cuando la
echaron en la tele en Italia en 2009 y me enamoré de ella instantáneamente. Me encantó la forma en la que se trataba y
contaba el tema de la amistad y vida militar. Ahora que me encuentro yo en la misma situación que
los protagonistas y la he vuelto a ver, tengo que decir que me está encantando aún más
que al principio, porque ahora no solo me siento identificada y representada en ella, sino que además, comprendo muchísimo más todas la situaciones que se producen en la serie.
Es una serie que en mi opinión, además de representar muchísimo valores tanto familiares como militares, demuestra que el amor y la amistad pueden contra el miedo, la
tristeza y la ansiedad.
Ser parejas, padres, hijos de militares
es todo menos fácil, sobre todo cuando están lejos de casa y no
puedes contar con ellos en cualquier momento difícil y duro del
día a día, por no hablar del constante miedo imposible de quitar de que les pase algo. Nadie puede entender lo que significa todo esto sin pasar
por ello y la serie enseña que tener a alguien en la misma situación
que tú es un apoyo importante.
Uno de los mensajes y valores más
importantes que la serie quiere transmitir es el orgullo. El orgullo
que debemos sentir para nuestros militares. Las familias que esperan
en casa a sus soldados desplegados sufren, pero estos últimos además
de extrañar a sus familias, ponen en riesgo sus vidas y lo que
tienen para la libertad y el bienestar de todos nosotros, días tras
días. La serie me ha enseñado que las familias somos el mayor
apoyo a nuestros soldados.
La vida militar es una vida de
sacrificios y renuncias por parte de todos, pero la serie demuestra
que también hay mucho en ella de lo que ser orgullosos y que te
puede dar mucho a nivel de sentimientos y emociones, pero también de
experiencia y aprendizaje.
Quiero concluir diciendo unas palabras
a nuestros soldados, especialmente al mío.:
Siento mucho orgullo y
agradecimiento hacia lo que hacéis y por lo que lucháis. No hay
nada más honrado que poner en riesgo vuestras vidas para defender a
gente que muchas veces ni siquiera os lo agradece. No hay nada que
merezca más admiración que los sacrificios que hacéis para
garantizar la libertad de personas que no conocéis aún a sabiendas que algunas de
ellas os los pagan criticando e insultando. Sentiros siempre
orgullosos de vosotros mismos y de aquello en lo que creéis y por lo que
lucháis, porque nosotros lo estamos de vosotros.
Publicación escrita por Chiara Sedran.
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