[...] "-A mí personalmente no me gusta el riesgo -prosiguió Dogson-, y todo trabajo original entraña un riesgo. En su mayoría las nuevas ideas son malas, y en su mayoría, el trabajo original fracasa. Ésa es la realidad. Si te ves obligado a realizar una investigación original, debes prepararte para el fracaso. Eso no importa si trabajas en una universidad, donde el fracaso es objeto de elogios y el éxito conduce al ostracismo... [...] Yo tengo mi propia versión del método científico -dijo Dogson-. Lo llamo desarrollo de la investigación encauzada. Si sólo unas cuantas ideas van a dar resultado, ¿para qué intentar elaborarlas uno mismo? Es demasiado dificil. Que las elaboren otros, que ellos asuman el riesgo, que ellos persigan la gloria. Yo prefiero esperar y desarrollar ideas que presentan ya un futuro claro. Es decir, tomar lo que es bueno y mejorarlo, o por lo menos modificarlo lo suficiente para poder patentarlo. Y entonces es de mi propriedad. Es mio." [...]
Salvando las distancias, algo parecido a la investigación encauzada debió rondar por la cabeza del aclamadísimo director Steven Spielberg cuando decidió llevar a las pantallas las muy buenas novelas de 'Jurassic Park' y 'El Mundo perdido' de Michael Crichton.
Algunos fans de la saga dirán que 'el cine encauzado' de estas novelas por parte de Spielberg mejoró la ya de por si buena novela, otros dirán que si no la mejoró, al menos si la modificó lo bastante como para que las películas, además de deslumbrar a todos por su excelente trama, dirección y efectos especiales, tuvieran el sello personal con el que el director buscaba que su nombre quedase para siempre vinculado a una de las mejores sagas de todos los tiempos.
La novela 'El Mundo perdido' de Crichton, además de ser amena, ágil y didáctica, ha sido catalogada como un thriller tecnológico y científico por conseguir narrar en sus páginas con una habilidosa mezcla entre campos tan diversos como la biotecnología y la filosofía, una historia que llega a asustar por la verosimilitud con la que el médico y también autor de la misma sorprende a sus lectores.
En esta segunda novela de la saga, el autor además de dar continuidad a las ideas que ya desarrolló en 'Parque Jurásico', se nos ha redescubierto como un autor capaz de transmitir más dinamismo a la trama al mismo tiempo que conseguía describir como la ciencia puede afectar no solo al mundo en el que vivimos, sino a los comportamientos que tienen todas las especies que viven en él.
Creo que el éxito de tanto la primera como la segunda novela se ha debido a la capacidad que el autor ha tenido para, al mismo tiempo que nos contaba una historia, reflexionar sobre lo que la misma podría implicar tanto científica como filosóficamente hablando.
En definitiva, me ha gustado mucho esta segunda parte de la saga tanto desde la perspectiva filosófica como científica y os animo a todos a leerla.
Ángel Román.
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