'La conjura de los necios' se ha convertido en uno de mis libros favoritos. Uno de esos libros que volvería a leer y que a partir de ahora, comenzaré a aconsejar a todo aquel que quiera reír a carcajadas con un libro. O mejor dicho, con un personaje excéntrico, inteligente, problemático y con grandes dificultades para ser empático con las personas menos desarrolladas intelectualmente con las que convive, tanto en su casa como en el trabajo.
Todo eso y mucho más es Ignatius J. Reilly. Un intelectual anacrónico y consentido al que le gusta poco trabajar y menos aún, el siglo en el que le ha tocado vivir, tan falto de ética, geometría, valores teológicos y morales propios de la edad media, época a la que siente que pertenece y a la que para su frustración, nunca podrá viajar. Pero 'La conjura de los necios' es mucho más que las anécdotas y simples problemas que tiene una persona para adaptarse a la sociedad. Es bajo mi punto de vista, una novela en la que el autor, usando el humor y llevando a los límites algunos tópicos de la Guerra Fría, narra a sus amigos, familiares y sociedad en la que vive, la idea que el tiene y concibe tanto de sí mismo como del mundo que le rodea.
Creo que John Kennedy Toole se caricaturiza en Ignatius J. Reilly. Creo que el autor es consciente de su particular personalidad y a modo de burla sana, se burla de sí mismo. Usa tanto a su novela como a su personaje para descubrir al mundo los enormes problemas que tiene una mente ¿atormentada?/¿enferma? como la suya para vivir en paz consigo mismo y con el resto de la sociedad.
Me ha gustado muchísimo porque al igual que el autor ha sabido hacerme reír con el caricaturesco personaje de Ignatius o el pobre esclavo negro Jones, ha conseguido despertar en mi algún que otro pensamiento final de compasión y comprensión con las tristes reflexiones a las que Irene Reilly, su madre, acaba llegando con respecto a la salud mental de su hijo.
Creo que es una novela que al mismo tiempo que divierte, sabe transmitir las dificultades tan grandes por las que atravesaron el autor y su madre, fruto de los problemas que a ambos le ocasionó la hipotética enfermedad mental de Toole. Problemas y circunstancias que llevaron al autor a suicidarse con tan solo 31 años, privándonos así de su ingenio para la escritura y, así mismo, de alcanzar su anhelado éxito como escritor con la publicación de su novela.
Ángel Román.
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