Aunque en un primer momento, todos los revolucionarios parecen estar convencidos de que los fines que persiguen con el atentado son justos y necesarios para la sociedad, pronto algunos de los terroristas comenzarán a desmarcarse de las ideas de los demás considerando que la violencia y los crímenes no pueden ni deben convertirse en medios con los que alcanzar sus objetivos.
Para acabar, decir que aunque me han gustado las dos obras que hasta el momento he leído de Camus, 'El extranjero (1942)' y 'Los justos (1949)', si tuviese que decantarme por alguna, lo haría por ésta última ya que transmite un buen mensaje y de una forma más clara, directa y comprensible de lo que se hace en la primera.
Ángel Román.
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