Nunca nadie antes había retado a la raza humana en una batalla por la supremacía del planeta como se hace en este film. Todos conocemos la idea de que, es en nuestra inteligencia y no en nuestra fuerza donde siempre ha residido la ventaja evolutiva que nos ha colocado en una posición ventajosa con respecto a las demás especies, pero... ¿y si descubriéramos que no somos los únicos animales capaces de trazar planes y usar herramientas para conseguir nuestros objetivos?
En (La Guerra por el Planeta de los Simios, 2017), aunque se pretende dar respuesta a esta anterior pregunta formulada en el principio de la publicación contando cómo se podría iniciar el fin de la supremacía del hombre, una vez vista considero que el director no lo ha sabido hacer de manera exitosa. Y digo esto porque en el film, en mi opinión, debiera existir y no existe una confrontación dialéctica o intelectual directa entre simios y hombres que permita evidenciar una supuesta superioridad de uno de los bandos con respecto al otro para ejercer el control. En su lugar, la confrontación que si que existe ha sido un simple conflicto bélico entre ambas especies al comienzo y al final de la película, con el que han pretendido justificar el título del film y no profundizar más allá.
Creo que más que una guerra entre especies lo que los espectadores acabamos viendo con más claridad es una guerra interior en la que el César líder que busca la prosperidad de su pueblo lucha por no ceder ante el César vengativo: su Koba interior.
Por todo ello, la película me ha dejado con ganas de más enfrentamientos, si no bélicos al menos si dialécticos o morales entre César y el coronel, y me ha parecido bastante floja en cuanto a su arco argumental.
Técnicamente, la cinta es una demostración de poderío visual que rebosa un realismo sin precedentes. Las luces, la fotografía y la puesta en escena es todo un alarde de perfección y un espectáculo visual que el espectador conocedor de las dificultades existentes para que el 'todo' se muestre compacto e uniforme agradece.
Con respecto a la música, me ha parecido correcta y acertada durante el film ya que ha sido capaz capaz de aportar las dosis de dramatismo y suspense adecuadas en las escenas que lo requerían. No obstante, creo que no es una de esas bandas sonoras que haya hecho méritos suficientes como para quedar en el recuerdo de los espectadores.
Creo que en general la trilogía ha estado bien ejecutada y pensada desde el principio y ha tenido un cierre más que correcto a pesar de que en mi opinión las dos primeras películas que componen la saga fueron superiores a esta última.
La nota que le pongo a la película sería de un 6 sobre 10.
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