El motivo de la presente entrada no es otro que el de recordar al mismo tiempo que condenar, los terribles sucesos que tuvieron lugar en la alemania nazi a partir del 6 de Mayo de 1933. Si ya es famosa la frase de "El hombre que no conoce la historia está condenada a repetirla" imagínense cuán terrible puede ser para la humanidad y sobre todo para el mundo científico si solo no se conoce la historia y la evolución en todos los campos científicos sino que además, en un esfuerzo asqueroso, terrible y lamentable por impedir que se conozca, se lanza todo el conocimiento por entonces reunido en libros al abismo de las llamas.
Escena de la película 'Farenheit 451' en la que el jefe bombero incita a quemar los libros al joven Montag.
Plaza de la Ópera. Quema de libros del 10 de Mayo de 1933.
La Deutsche Studentenschaft ataca el instituto para la ciencia sexual (Institut für Sexualwissenschaft) inaugurado en 1919 por Hirschfeld y Arthur Kronfeld.
Estudiantes de la Deutsche Studenteschaft desfilan frente al Institu für Sexualwissenschaft previamente a saquear y confiscar los libros e imágenes para quemarlas.
El instituto era una biblioteca de investigación científica y contenía un elevado número de volúmenes sobre medicina, psicología y etnología además de ser un centro donde se promovía la emancipación de las mujeres, la educación sexual y la aceptación social para homosexuales y transgéneros.
Soldados nazi transportan libros para ser quemados en la plaza de la Ópera.
Restos de la biblioteca del Institut für Sexualwissenschaft
Todos los archivos del instituto (cerca de 20.000 ejemplares entre libros y revistas además de 5.000 imágenes) fueron sacados a la calle y quemados en la plaza de la Ópera ante la atenta mirada de todos los allí presentes.
Joseph Goebbels da un discurso el 10 de Mayo de 1933.
Durante la quema de los ejemplares, el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels dio un discurso político de adoctrinamiento frente al gentío (40.000 personas aproximadamente) que se conglomeraba en aquella plaza de la Ópera como se puede ver en la imagen anterior.
Plaza de la Ópera. Berlín. 10 de Mayo de 1933.
Algunos de los libros de bibliotecas públicas y de la Universidad de Humboldt (Berlín) que fueron quemados pertenecían a autores judíos tales como Heinrich Heine y Erich Maria Remarque, o de argumentos pacifistas o antibelicistas. También la terrible noche del 6 de Mayo de 1933 se organizaron otras quemas de libros como fue la de Konigplatz de Múnich.
Plaza de la ópera. 10 de Mayo de 1933.
El 6 de Mayo fue el primer día de la destrucción del conocimiento científico conservado mediante la literatura en la alemania nazi de Adolf Hitler. Día tras día, se sucedieron los enormes fuegos devoradores de ideas llegando a contarse ya por el 22 de Mayo de 1933 hasta 14 quemas de libros en las ciudades de: Heidelberg, Gotinga, Colonia, Hamburgo, Dortmund, Fráncfort del Meno, Halle, Núremberg, Wuzburgo, Hanóver, Münster, Könisberg, Goblenza y Salzburgo.
Adolescentes de las juventudes Hitlerianas queman libros en la Plaza de la Ópera.
Para acabar esta publicación, decidí hacerlo con una frase de un autor judío la cuál refleja una idea esencial y que trágica y tristemente acabó llevándose acabo en aquel período terrible y lamentable de la historia de la humanidad por culpa de un ser despreciable, tiránico, monstruoso e inhumano que fue Adolf Hitler.
"Esto no fue más que un preludio, allí donde queman libros, finalmente también se queman personas". Heinrich Heine.
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