[...] --¿Quién es usted, señor? --preguntó.
--Nadie. --Me encaminé hacia la puerta, dejándolo atrás. No obstante, se merecía algo más, y aunque las sirenas se oían más cerca, me volví--. Tú ángel bueno --dije.
Entonces me escabullí por la puerta trasera y me adentré en la noche de Halloween de 1958 [...]
--Nadie. --Me encaminé hacia la puerta, dejándolo atrás. No obstante, se merecía algo más, y aunque las sirenas se oían más cerca, me volví--. Tú ángel bueno --dije.
Entonces me escabullí por la puerta trasera y me adentré en la noche de Halloween de 1958 [...]
Stephen King "22/11/63"
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