Esta publicación contiene spoiler acerca del primer capítulo de la segunda temporada de la serie por tanto, se recomienda no seguir leyendo en caso de que no se haya visto aún.
Estrenado el lunes 11 de Febrero de 2013, el primer capítulo de esta segunda temporada volvió a cumplir con todas las expectativas que los seguidores de la serie habían depositado en esta segunda temporada.
'Vuelvo enseguida', que es como se titula este primer capítulo de la segunda temporada de la serie, estuvo centrado nuevamente al igual que ocurrió en 'Toda tu historia' y '15 millones de méritos', en la historia de una pareja joven la cual vive feliz en una pequeña casa de campo alejada un poco del mundanal ruido y contaminación de las grandes ciudades.
Y todo es felicidad en la pareja hasta que un buen día, Ash (Domhnall Gleeson) le dice a Martha (Hayley Atwell), que debe salir un momento de casa pero que no tiene por qué preocuparse ya que según él, 'Volverá enseguida'. Pero lo único cierto es que Ash acabará sufriendo un accidente de tráfico como se nos muestra en el capítulo y ya nunca más volverá. Y es en este momento cuando comienza todo lo grueso de este capítulo, cuando se nos empieza a demostrar el duelo tan difícil por el que atraviesa Martha para poder superar la muerte de su novio.
Duelo que por momentos al llegar a ser tan duro y difícil de digerir, acabará llevando a Martha a aceptar la recomendación que una amiga suya le dice durante el funeral de Ash para superar la pérdida de su pareja.
Recomendación ésta que consiste en descargar una aplicación informática que se encarga de recopilar todas las fotos, videos y comentarios hechos por redes sociales de la persona fallecida, y en base a éstos construir un bot el cuál hace las veces del fallecido y te permite poder mantener conversaciones con él como si nada hubiese ocurrido. Un bot consciente de que lo es y que sirve para consolar a la persona que ha perdido a una persona importante de su vida. Un bot capaz incluso de usar las mismas expresiones que el fallecido solía usar e incluso hasta la misma voz.
Pronto en el capítulo se nos mostrará como a pesar de seguir siendo duro para Martha la idea de que con quien habla no es realmente su fallecido novio, al menos, la aplicación le está sirviendo de apoyo y está consiguiendo por momentos lograr que no se sienta sola en su día a día. Y aquí, en este momento, cuando ya también al espectador incluso le puede estar pareciendo bien que exista dicha herramienta para ayudar en el luto, el capítulo aumenta aún más en intensidad y llevará su aplicación aún más allá de una simple voz.
Martha descubrirá que incluso existe la posibilidad de tener un robot físico idéntico en prácticamente todos los sentidos a como era su novio y... claro, si este robot puede ayudarle aún más a sentirse acompañada y a imaginar que ningún accidente ocurrió...¿Por qué no probar?
Martha se lanza metafóricamente al vacío y tras encargar y tener en su casa al bot que haría las veces de su ex novio, decide pronto comenzar a ponerle a prueba para ver si realmente este robot puede ofrecerle todo aquello que su novio le ofrecía en vida. Pero Martha pronto descubrirá que el mayor de sus miedos se confirma, a pesar de que el robot es una aplicación casi perfecta e idéntica de su novio, algunos de los instintos y sentimientos más básicos de la personalidad de Ash, al no estar recogidos en redes sociales, no pueden ser ni copiados ni reflejados por el robot. Esto se refleja en la escena en la que Martha, sin mucho éxito, trata de comprobar si el robot se excita viéndola y tocándola al igual que hacia Ash.
Y tras ver como las sensaciones y sentimientos más básicas y primitivas de su novio no se encuentran en el robot, Martha siente nuevamente que está sola a pesar de tener a algo o alguien que finge muy bien ser a quien perdió en un accidente de tráfico. Y ésto a Martha le provoca miedo, frustración, rechazo y hasta ganas de acabar con la farsa que se ha montado en su cabeza animando al robot a lanzarse por el acantilado.
Finalmente, el robot le acabará mostrando a Martha que aunque los sentimientos y emociones propias de las personas no le nacen de forma natural de su alma, sí que parece que las puede llegar a aprender e informatizar. Este aprendizaje se refleja cuando justo en el acantilado, tras Martha decirle como se habría sentido el verdadero Ash en esa situación, el robot comienza inmediatamente a adoptar dicha actitud y emoción ante Martha.
Martha acaba convenciéndose de que nunca volverá a recuperar al auténtico Ash y aunque es cierto que el robot la ha ayudado transitoriamente a superar los momentos en los que más débil se encontraba, decide que el bot debe vivir aislado de todos en la buhardilla de su casa, al menos hasta que su hija sea mayor y capaz de comprender la realidad acerca de aquello a lo que en el capítulo, acaba en un gesto humano e inocente ofreciéndole tarta.
Me ha parecido un capítulo muy interesante y a la altura de los anteriores. Un capítulo capaz de plantearte un problema que antes o después, acabará llegando a nuestra sociedad. ¿Es buena la utilización de bots para ayudar a superar el duelo? ¿Estarías dispuest@ a comprar un clon no humano de la persona a la que tristemente pierdes?